EL DICIPULADO EN EL EVANGELIO DE MARCOS
En el evangelio de San Marcos, Jesús aparece con un rostro muy humano y nos invita a que mediante una convivencia muy intima, descubramos quien es.
Un texto muy importante en este tema es el de (Mc. 3,13). En este texto, es donde encontramos el secreto del discipulado, “Lamo a los que el quiso”. En el momento en que nos llama, nos muestra un camino muy especial al discipulado, y este es el estar con él.
El estar con él significa seguirlo a donde quiera que el vaya, así como un maestro que se rodea de sus alumnos; es estar a sus pies escuchando su palabra y su doctrina. Ser su discípulo, es estar en constante formación. No es algo como ir a la escuela y recibir un título, sino que es tener esa experiencia intima con él, siguiéndolo, obedeciéndolo y amándolo.
El formarnos a los pies de Jesús, implica dejarnos guiar, corregir y tratar de aprender de su ejemplo, es estar con él para conocerlo y tener un cambio profundo en nuestra vida. Esta experiencia de compartir la vida con él, provoca que logremos un crecimiento personal y espiritual lleno de sabiduría basada en su doctrina.
Por amor Jesús nos llama y nos elige para estar con él y solo nos pide una respuesta generosa para hacer de su vida nuestra vida.
Finalmente otro aspecto importante que se descubre en el evangelio de Marcos, es el hecho de la vida en comunión y hermandad con la comunidad, viviendo como una verdadera familia que escucha la palabra y la pone en práctica a similitud de sus apóstoles.